Evaluación y aprendizaje: ¿qué tipo de retroalimentación ayuda a aprender?
En los últimos años fue tomando mayor relevancia la concepción de evaluar para aprender, que se enmarca en el paradigma de la evaluación formativa.Desde esta perspectiva, la evaluación es entendida como un proceso que permite realizar un reajuste permanente en las prácticas de enseñanza, y como un medio pedagógico al servicio de los aprendizajes de los y las estudiantes. En este sentido, evaluar el proceso de aprendizaje de un alumno supone, ineludiblemente, acompañar y andamiar ese proceso.
Diseñar evaluaciones con estas características implica, entre otros aspectos, prever instancias y modos para ofrecer retroalimentación a los estudiantes, de modo que puedan obtener información sobre su desempeño y volver a trabajar sobre aquellos aspectos que necesitan fortalecer y, así, desarrollar progresivamente una autonomía que les permita regular y mejorar sus aprendizajes. Pero, ¿cómo generar instancias de retroalimentación que ayuden a los estudiantes a aprender? ¿Qué tipo de interacciones favorecen la mejora de sus aprendizajes? ¿Qué estrategias se pueden implementar para establecer diálogos formativos entre docentes y estudiantes?