Motivación por el aprendizaje: ¿qué estrategias ayudan a encender y sostener el deseo de aprender?
El alumno que dice “¿Por qué me obligan a estudiar?” pone de manifiesto una preocupación que está latente siempre en mayor o menor grado (…) el deseo de actuar con autonomía, haciendo las cosas porque uno quiere o acepta de buena gana realizarlas, y no porque le obligan. (Tapia, Motivar para el aprendizaje, 1998: 9)
Si hay un tema que ocupa a todo aquel que piensa la educación es la motivación en los alumnos y las alumnas. Es decir, comprender por qué un estudiante se involucra en la realización de tareas y en su proceso de aprendizaje en general, cómo lo hace, qué estrategias pueden utilizarse para que eso suceda y qué consecuencias acarrea cada intervención.
Algunos de los debates sobre esta cuestión han girado en torno a si los premios y los castigos son efectivos para promover el aprendizaje, qué tipo de aprendizaje generan y si desplazan o más bien refuerzan el deseo de aprender. Pero, ¿qué nos dicen las investigaciones sobre las mejores formas de despertar y sostener las ganas de aprender? ¿Qué estrategias pueden utilizar los educadores para generar motivación en sus estudiantes?